Traducción.

lunes, 27 de noviembre de 2017

Felipe de Jesús Calderón Hinojosa (2006-2012)

LO BUENO
· La política macroeconómica que convierte a México en un archipiélago de estabilidad en medio de la crisis global.
· El crecimiento económico a un ritmo relativamente bajo pero sostenido, y mayor este año que el de Brasil.
· Una reforma política que incluye temas como las candidaturas ciudadanas y otras formas de participación política.
· La política de salud bajo el liderazgo de José Ángel Córdova.
· La infraestructura cultural, producto de la imaginación visionaria de Consuelo Sáizar.
· La disminución en la migración a Estados Unidos, y el regreso de mexicanos que empiezan a encontrar empleo, estabilidad y seguridad social en algunas zonas al sur de la frontera.
· El descenso de la violencia en ciertos lugares como Ciudad Juárez y Tijuana.
· El fortalecimiento de la Policía Federal y los esfuerzos por profesionalizarla.
· La clausura de Luz y Fuerza del Centro, una compañía ineficiente, rentista y rapaz.
· La interlocución que el Presidente tuvo con grupos de la sociedad civil, como el encabezado por Javier Sicilia.
LO MALO
· Los más de 63 mil muertos de la “guerra” emprendida contra el narcotráfico y el crimen organizado, hecho que opaca cualquier logro de Felipe Calderón. Será recordado como el Presidente del sexenio más violento desde tiempos revolucionarios.
· El predominio creciente de Joaquín El Chapo Guzmán y cómo pareció volverse intocable en el sexenio calderonista.
· Los 56 periodistas ejecutados y los 13 desaparecidos.
· La obcecación personal de Calderón con una estrategia de seguridad contraproducente, que contribuyó a la dispersión de los cárteles y su incursión en otros ámbitos de actividad criminal.
· La operación de Estado que se llevó a cabo desde Los Pinos para proteger a Juan Molinar durante la debacle de la Guardería ABC.
· Franjas del país controladas por cárteles, grupos criminales y brigadas de mercenarios, como detalla Anabel Hernández en su nuevo libro México en llamas: el legado de Calderón.
· La impunidad con la que actuó Genaro García Luna al frente de la SSP, en casos escandalosos como el de Florence Cassez.
· La política de telecomunicaciones que no empujó la competencia, el crecimiento y la competitividad en un sector clave, y que acabó por beneficiar a Televisa.
· El aumento en la pobreza.
· Una reforma energética presumida como la más importante desde la nacionalización de Pemex, que hizo poco por cambiar la dinámica en el sector.
· La ausencia de una nueva ley de medios y que no se lograra -en todo el sexenio- la licitación de una tercera cadena de televisión abierta.
· La claudicación gubernamental frente a los monopolios, los cuales prometió combatir.
· La alianza político-electoral con Elba Esther Gordillo, que llevó a la subordinación gubernamental a los imperativos del sindicato.
· Un sexenio “valiente” del cual el gobierno se vanagloria, pero que deja al país con una violencia zozobrante.
· Un Partido Acción Nacional sin rumbo, sin liderazgo, sin proyecto, sin una ruta para regresar al poder que torpemente ejerció.
· El regreso del PRI a Los Pinos, sin haberse modernizado y sin dar muestras claras de que quiere.

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